
KaosX
Todo lo sólido se recodifica en el aire. Esto no estaba en el roadmap
En 1769, en un salón de Viena alumbrado por velas altas y promesas de modernidad, una máquina jugó su primera partida de ajedrez. Tenía cuerpo de madera, rostro de cera y un turbante que le daba un aire de oráculo otomano. Movía las piezas con firmeza, sin mirar al rival.