
Una épica. Un pueblo. Una guerra.
La historia del pueblo judío, como la de cualquier grupo humano que haya atravesado los siglos con más libros que batallas, más mandamientos que fusiles, es una sucesión interminable de contradicciones. Hay en ella mártires y mercaderes, profetas y proxenetas, Herodes y Moisés, ideales sublimes y cálculos implacables. Es decir,